viernes, 15 de junio de 2012

(135) SEVILLA, LA UNESCO Y LA TORRE PELLI


¿Dónde estaba la UNESCO cuando en la década de los sesenta Sevilla veía impotente como gran parte de su patrimonio urbano era destrozado bajo la piqueta de la más salvaje especulación?
¿De qué nos ha servido que varias décadas después declarara a los monumentos más emblemáticos de nuestra ciudad "patrimonio de la humanidad"?
¿De verdad necesitaban edificios como el Alcazar o el Archivo de Indias, que fueron capaces ellos solitos de sobrevivir a esta destrucción, que décadas después viniera la  Superprotectora Organización a reconocer su valía?


Con el escándalo aún reciente tras la finalización de las obras en una de las zonas más devastadas durante aquellos "felices sesenta", la plaza de la Encarnación y sus famosas setas, la construcción de una nueva obra "moderna" vuelve a hacer tambalear los tradicionales cimientos de nuestra querida "Ollita Pía".
Y todo por culpa de una torre de cuarenta plantas.
Confieso que la idea de un rascacielos en nuestra ciudad nunca llamó en exceso mi atención pero cuando en estas últimas semanas, mientras la torre sigue creciendo con lento pero seguro ritmo, observo el revuelo tan tendencioso y rancio que está generando no puedo evitar el desear que La Pelli llegue a su planta 40 lo antes posible y con todo éxito.
Como muestra de todo esto os traigo la imagen publicada en uno de los diarios más importantes de nuestra ciudad que bajo el apocalíptico titular "Sevilla se juega su imagen en San Petersburgo por la Torre Pelli" nos muestra la polémica torre prácticamente plantada en todo el cogollo del centro "histérico" de la ciudad y, en una más que falsa perspectiva, a escasos metros de la Giralda.
Por cierto, y ya que hablamos de la Giralda ¿qué hubiera dicho la UNESCO del siglo XVI ante la extravagante idea de rematar un alminar almohade con un campanario renacentista? ¿Y con la más radical solución de destruir toda una mezquita para edificar la protegida catedral de hoy en día?
Yo les aconsejaría a los señores de la UNESCO que dejaran que la Sevilla del siglo XXI siguiera su camino y que, si no les supone mucho esfuerzo, se dieran una vuelta por la calle Sierpes y entraran en lo que un día fue el cine Llorens, ahora convertido en siniestra sala de juegos; o en el antiguo Palacio Central ahora sede de una famosa tienda de ropa; o por el antiguo teatro Imperial que, al menos, ahora de cobijo a una librería; o por...
En fin, que eso sí es para llorar.

miércoles, 6 de junio de 2012

(134) Teatro Maestranza, Sevilla: MADAMA BUTTERFLY


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La verdad es que la noche no podía finalizar de otra forma. No habían transcurrido ni veinte minutos desde que la pobre Cio-Cio San había dejado de padecer y ya estábamos todos entre cervezas y tapas comentando atropelladamente las diferentes incidencias vividas en la representación recién estrenada. El entusiasmo se transmitía de unos a otros entre apretones de manos, besos y abrazos. Ya fueran músicos de la orquesta, miembros del coro o, como un servidor, simples espectadores todos parecíamos estar poseídos aún por el hechizo de la magistral partitura pucciniana. Y es que hacía tiempo que Boccanegra no asistía a una representación tan rebosante de magia, calidad y emoción como la que hemos vivido hace apenas una pocas horas en el coliseo sevillano. Ya iba siendo hora, ¿no? 
Aunque para ser sinceros los primeros momentos del espectáculo nada bueno hacían presagiar. Así que durante el primer acto por mi propio bien, y principalmente para poder escapar del "metalenguaje" con el que el señor Mario Gas pretendía torturarme, decidí zabullirme en el foso y dejarme arrastrar por todas las maravillas que desde él brotaban (el foso, sí, ese averno escondido en el subsuelo y que, por ahora, permanece inaccesible a las garras de los directores de escena). 
Puede que Butterfly no sea la mejor ópera de Puccini pero con su música aún latente en mis oídos bien podría asegurar que nos encontramos ante su mejor partitura. La orquesta sinfónica de Sevilla dio buena cuenta de ello y llevada por la batuta de un exultante Pedro Halffter exprimió hasta la última gota de todo ese inmenso caudal de colores y sensualidad que rezuma la obra de Puccini. Como ejemplo no puedo evitar el citar todo el inicio del inmenso dúo del primer acto, quizá el dúo de amor más sublime de toda la ópera italiana, y en el que las maderas protagonizaron uno de los momentos más hermosos de la noche.
Llegados a este punto hay que agradecerle a Pedro la valentía, ante aquellos que critican un peso excesivo de la orquesta en un sobredimensionado foso, de ofrecernos una orquesta sinfónica con la plantilla que la música de Puccini exige y no con la que puede resultar más o menos conveniente al pobre volumen sonoro de algunos cantantes.
Foto: Julio Rodríguez

Sin embargo, y aunque Boccanegra pueda dar la sensación de que se deja seducir más por el lado "germano" o sinfónico de Puccini que por el italiano, hay que reconocer que la gran triunfadora de la noche fue, sin lugar a dudas, la soprano Svetla Vassileva. Dotada de gran musicalidad, aunque no de un instrumento especialmente privilegiado, la soprano búlgara no solo es capaz de superar estas limitaciones sino que, gracias a sus más que sobresalientes dotes como actriz, consigue hacer de Butterfly una de las recreaciones más impactantes y sobrecogedoras que hayamos podido presenciar en este teatro. Lástima que Héctor sandoval, aunque muy voluntarioso y a su vez convincente en lo teatral, no estuviese al mismo nivel en su faceta vocal dejándonos una imagen de Pinkerton, papel ingrato donde los haya, un tanto impersonal.
Mucho más éxito, no sin motivo, cosechó un estupendo Ángel Ódena como el sensato Sharpless que nos ofreció junto a la protagonista, en la conmovedora escena de la carta, otro de los grandes momentos de la velada.
¿Qué se podía esperar de la actuación del coro tras su magnífica participación en el Requiem alemán de Brahms? Pues ya se lo pueden imaginar, sencillamente todo un lujo en sus dos breves pero bellísimas intervenciones.
Del señor Gas y de sus metalenguajes nada voy a añadir, por una vez, que bastante cansado me tienen ya. Además, ¿para qué? Si ya el solito se cuestiona, se justifica y se define:

"Todos los géneros tienen un código y si los traspasas la historia se desvanece. Hay que tener en cuenta cuáles son sus elementos fundamentales para no caer en la patochada"

Ah, y que conste que lo de "patochada" lo dice él. Yo nunca utilizaría ese término para, por ejemplo, calificar el zafio, gratuito y trasnochado ataque antiamericano con el que "ingeniosamente" finaliza la obra.

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De regreso a casa y para bajar el telón definitivamente de una noche tan mágica solo una aparición era posible y así, en la calidez ya plenamente veraniega de la madrugada, se nos apareció con el rostro aún iluminado por el triunfo la diva.
Acompañada por su hija, la de verdad, y por su fiel cónsul, el de mentira.
Broche perfecto para una gran noche de ópera.




sábado, 19 de mayo de 2012

(133) ¡DIETRICH, LLÉVAME CONTIGO!


Dietrich Fischer-Dieskau (1925-2012)
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Hoy me ha llamado mi madre para darme la noticia: 
- que ha muerto un cantante muy famoso, un tal Fischer noséqué... Por cierto, qué bien cantaba. Lo han dicho en Radio Clásica y han puesto el final de Rigoletto, qué maravilla...

Busco alguna reseña de tan triste acontecimiento en la prensa y... nada de nada. Nada por aquí, nada por allá...
Bueno, al final, escarbando bastante, encuentro un artículo en El País. Algunos comentarios al pié. Comienzo a leerlos, no son muchos, unos veinte en total. La mayoría de ellos llenos de reconocimiento hacia la figura del barítono alemán. Bueno, menos el de una tal María:
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No pido tres días de luto ni, por supuesto, un ciclo monográfico en la TV. Ya sé que la música, la de verdad, interesa poco, muy poco, que en los concursos de la tele cuando hacen una pregunta sobre música hay que echarse a temblar, que todo es ruido y basura musical a nuestro alrededor. Pero ante situaciones como ésta no puedo evitar que la tristeza más absoluta se vuelva a apoderar de mí. 
¡Perro mundo!

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lunes, 16 de abril de 2012

(132) Puccini: TOSCA. Covent Garden, 2011

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ÓPERA EN ESTADO PURO

Siempre que alguien deseoso de adentrarse en el mundo de la lírica me pide consejo sobre qué título es el más adecuado para iniciarse en el género mi respuesta es la misma: la Tosca de Giacomo Puccini. Y es que si a la descarnada violencia del drama de Sardou unimos la arrebatada y carnal música de Puccini el resultado difícilmente puede dejar indiferente al neófito que por primera vez se adentra en un teatro de ópera.
Tanto Jonathan Kent como Antonio Pappano parecen estar totalmente de acuerdo en plasmar en la escena, hasta sus últimas consecuencias, las premisas marcadas por dramaturgo y compositor y haciéndonos olvidar, por una vez, las cansinas e inútiles disputas entre los partidarios de propuestas escénicas innovadoras y los partidarios de montajes más convencionales.
Sencillamente ópera en estado puro.
Un Antonio Pappano que nos vuelve a sorprender con su maravilloso sentido del fraseo (atención a los tempi, a la articulación y a la exquisita y cuidada forma en la que cierra cada frase) y unos cantantes que, si bien es cierto, bordan su interpretación (Kaufmann y Gheorghiu no pueden estar más apasionados en su dúo del acto primero) quedan un tanto eclipsados por la salvaje y brutal recreación que del barón Scarpia realiza un portentoso Bryan Terfel.
En resumen, una representación de un altísimo nivel y que os dejo a continuación para que la podáis disfrutar en toda su intensidad.

  • Floria Tosca, Angela Gheorghiu
  • Mario Cavaradossi, Jonas Kaufmann
  • Baron Scarpia, Bryn Terfel
  • Cesare Angelotti, Lukas Jakobski
  • Spoletta, Hubert Francis
  • Sciarrone, ZhengZhong Zhou
  • Sacristan, Jeremy White
  • Royal Opera Chorus
  • Orchestra of the Royal Opera House
  • Conductor, Antonio Pappano
  • Stage Director, Jonathan Kent
  • Revival Director, Duncan Macfarland

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jueves, 26 de enero de 2012

(131) LADIES: un paseo por la historia del retrato femenino

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Y como no es bueno que el hombre esté solo aquí llega la versión femenina de la historia del retrato:
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Músicas:

Dufay: "Je me complains piteusement" (Cantica Symphonia & Giuseppe Maletto)
Philippe Verdelot: "Con l'angelico riso" (The Hilliard Ensemble)
Monteverdi: "Altri canti d'amor", Libro VIII de madrigales (La Venexiana)
Vivaldi: "Juditha Triumphans: veni, me sequere fida" (Alessandro De Marchi; Academia Montis Regalis)
Mozart: "Adagio, quinteto KV 516" (Cuarteto Melos)
Schumann: "Cuarteto con piano Op. 47, andante cantabile" (Beaux Arts Trio / Rhodes / Bettelheim)
Rimski-Korsakov:"Ne veter, veya s visoti, Op.43/2" (Anna Netrebko & Daniel Barenboim)
Britten: "Les illuminations, op.18 - IIIb. Antique" (Silvia Mcnair & Seiji Ozawa)

viernes, 20 de enero de 2012

(130) GENTLEMEN: un paseo por la historia del retrato masculino

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Todo un largo fin de semana postrado en la cama víctima de un trancazo más que considerable me han permitido recuperar una de mis aficiones más queridas y que hacía tiempo que ya creía olvidada; vamos, un olvido similar al que padece mi querido Boccanegra.
Y es que el rebuscar por la red reproducciones de las grandes obras de la historia de la pintura -del retrato, en este caso, para ser más exactos- puede llegar a convertirse en toda una adicción; más aún si tenemos en cuenta el gran esfuerzo que han acometido muchos de los más famosos museos del mundo por poner todos sus fondos a nuestra disposición mediante reproducciones de gran calidad y definición. Merece la pena comprobarlo entrando en la magníficas páginas del Prado madrileño o del Metropolitan de Nueva York, por poner un ejemplo.
Hace unos años ya realicé un vídeo de similares características pero en esta ocasión creo que, con la incorporación de algunos nuevos retratos y con la sustitución de algunas reproducciones por otras de mejor calidad, el resultado final resulta bastante más atractivo. Además la inclusión de un último tramo con diversas creaciones pertenecientes al siglo XX y a las más rompedoras vanguardias con las que dicho siglo dio comienzo cubre el injusto olvido en el que el primer vídeo incurría.
Y, como no podía ser de otra forma, para ilustrar cada uno de los diferentes periodos he escogido algunos fragmentos de mis músicas preferidas y que, a mi modesto entender, potencian la belleza de muchas de estas obras maestras.
Espero que os guste y que lo disfrutéis tanto como Boccanegra ha disfrutado realizándolo.
Ah, y en breve -eso espero- la nueva versión femenina.
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Músicas:

Dufay, "Mon chier amy, qu'avés vous empensé", (Giuseppe Maletto & Cantica Symphonia)
Desprez, "Milles regretz" (Hilliard Ensemble)
Marenzio, "Solo e pensoso" (Claudio Cavina & La Venexiana)
Vivaldi, "Orlando furioso, Aria (Ruggiero) "Sol da te, mio dolce amore"
Mozart, "Cuarteto Kv. 465" (Quatuor Mosaïques)
Schubert, "Abendstern D806" (Anthony Rolfe-Johnson)
Schumann, "Herzeleid. op 107. nº 1" (Christine Schäfer)
Hahn, "L'heure exquise" (Susan Graham)
Webern, "Movement for String Trio, Op. post." (Emerson string quartet)



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