sábado, 9 de octubre de 2010

(120) BOCCALIEDER I (Disco rojo): una selección de canciones para el otoño

Los primeros chaparrones que te pillan en plena calle sin paraguas; algo de abrigo que uno se niega a vestir intentando negar lo inevitable; atardeceres que día a día aceleran su paso; la mantita que nos busca, casi sin que nos demos cuenta, en las tardes televisivas de domingo; ventanas que ya no quieren abrirse. En definitiva: la hora del bajón otoñal ya está aquí. Y con las defensas por los suelos también llega la hora de las múltiples enfermedades que, tanto para el cuerpo como para el alma, comienzan a apoderarse de cada uno; males que, en mi caso, se apoderan de mi espíritu en forma de una mustia melancolía que, a pesar de lo repentino del cambio estacional, la experiencia sabe tranquilizar alertándome de lo inútil de toda resistencia y aconsejándome el total abandono. Ya sabéis: si no puedes vencerlos, únete a ellos.
No resulta por tanto difícil de entender que este otoño me haya sorprendido recordando viejas canciones y, con todos los nuevos medios ahora disponibles (Spotify, YouTube, blogs), rebuscando por la red diferentes versiones de mis lieder favoritos. Ahora, después de haber hecho una pequeña selección, las traigo al blog para compartirlas con todos vosotros. La mayoría de ellas me han acompañado desde hace mucho tiempo y muchas ya han sido protagonistas de alguna que otra entrada en Boccanegra. Todas comparten ese carácter íntimo propio del Lied pero, en este caso, acentuando su lado más melancólico. Advertencia muy importante: escuchadas todas estas canciones de un tirón los efectos secundarios pueden llegar a ser peligrosos y no respondo de las consecuencias si algún incauto, en avanzado estado depresivo-otoñal, abusa de ellas ingiriendo más dosis de las debidas.


BOCCALIEDER, DISCO ROJO


Si esa dulce tristeza que llamamos melancolía baña por igual todas las canciones incluidas en este blog la variedad en la procedencia de todas ellas está bastante más acentuada. Evidentemente, como no podía ser de otra forma, la mayor parte pertenecen al entorno alemán aunque, incluso entre estas quince canciones, podemos encontrar muy diferentes intenciones.
Para ello bastaría con comparar la exquisita contención y sencillez de un Hugo Wolf (12-WOLF: Italianische Liederbuch - "Auch Kleine Dinge") con la trascendental profundidad de Mahler (23-MAHLER: Ich bin der Welt abhanden gekommen); o el ensimismamiento schubertiano (5-SCHUBERT: Abendstern D806 (Mayrhofer)) y la contemplación schumanniana (1-SCHUMANN: Mondnacht OP 39/5) con la apasionada teatralidad de Strauss (10-STRAUSS: Allerseelen, Op. 10/8).

Tampoco podía faltar en esta selección una buena muestra de canciones de autores rusos. En este sector, como era de esperar, es donde viviremos las músicas más arrebatadas y donde la pasión se desborda a cada compás. Desde la nostálgica música de Rajmaninov, llene de un marcado sabor popular (3-RAJMANINOV : Song Op.4 No.4: Ne Poy, Krasavitsa), hasta el delirio casi enfermizo del último Chaikovski (9-CHAIKOVSKI: Nochy bezumniye, Op. 60/6). Tan sólo la dulce melodía de Rimski-Korsakov (6-RIMSKI-KORSAKOV: Ne veter, veya s visoti, Op.43/2) nos devuelve al apacible mundo del Lied alemán.
El aspecto más amable del mundo de la canción, la mélodie francesa, llega de la mano de dos de sus representantes más conocidos: Reynaldo Hahn (14-HAHN : L'Heure exquise) y Francis Poulenc (17-POULENC: Métamorphoses -C'est ainsi que tu es).
Uno de los aspectos decisivos para la completa apreciación de una canción es el texto. Muchas de estas canciones ya han aparecido en el blog y si pincháis sobre cada título encontraréis, entre otras cosas, el texto y su correspondiente traducción.
No menor número de diferencias encontramos en el tratamiento que cada uno de los compositores hace del piano, el tercer gran protagonista del Lied, junto a la voz y a la letra. Aquí los extremos se magnifican desde la contención casi religiosa (4-GRIEG: 12 Melodies After Poems By Vinje, Op. 33 - 2. Våren (Primavera)) del himno a la primavera de Grieg, en el que el acompañamiento se ve reducido a una serie de simples acordes, hasta, una vez más, el desmelene virtuosístico de carácter casi concertístico de Chaikovski (20-CHAIKOVSKI: Den li Tzarit, Op. 47/6) sin olvidar el encantador y bachiano piano de Reynaldo Hahn (2-HAHN: A Chloris). A destacar los maravillosos acompañamientos de aquellos compositores que más vinculación han tenido con el piano: Schumann (22-SCHUMANN: Ihre Stimme Op 96/3), por elegir una; Brahms (11-BRAHMS: Meine Lieder, Op. 106 Nr. 4: "Wenn Mein Herz Beginnt"); o Rajmaninov (15-RAJMANINOV: Zdes' Khorosho, Op.21 No.7).



Puede que alguno quiera reprocharme que en las canciones se abuse de ese marcado carácter melancólico y que el resultado, en su conjunto, aparezca demasiado homogéneo y falto de contraste. No seré yo el que lo niegue aunque, como defensa, vuelvo a repetir que ha sido el otoño el que me ha puesto en este estado y que, tan solo a él, habría que pedir explicaciones por todo esto. Pero que nadie se preocupe que en breve una nueva entrada hará aparición en este blog donde se podrá descargar el antídoto: BOCCALIEDER, DISCO NEGRO. Pero eso será dentro de unas semanas. Ahora dejemos que todo nuestro ser se abandone a la nostalgia, a la melancolía, al otoño.

1 comentario:

Fedora dijo...

Gracias Mil por este regalo....

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